La guerra del cerdo esta vez pudo evitarse. La Federación Agraria amenazaba realizar hoy una protesta por el ingreso de carne porcina desde Brasil , pero una gestión del Ministerio de Agricultura permitió aquietar las aguas. La solución fue salomónica. El compromiso de las fábricas de fiambres y chacinados fue reducir las compras de cerdo del vecino país y adquirir ese producto de los pequeños productores.
El acuerdo se alcanzó anoche, en una reunión entre el viceministro de Agricultura, Lorenzo Basso; el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi; y representantes de la industria. La gestión logró desactivar, al menos por quince días, una protesta chacarera en el Puente Rosario-Victoria, que estaba prevista para hoy. “Los frigoríficos se comprometieron a morigerar la importación de carne de cerdo, y a asistir a los pequeños y medianos productores para que de manera cooperativa se puedan mejorar los niveles de oferta”, explicó Omar Barchetta, vice de la FAA.
La inquietud entre los productores de cerdos se originó porque las estadísticas oficiales del primer bimestre daban cuenta de un f uerte salto de la importación de carne porcina desde Brasil. En rigor, esos envíos crecieron 107%, respecto de los volúmenes registrados en igual lapso del 2010. “Los frigoríficos importadores abarrotaran sus cámaras de pulpa, cubriendo su stock para los próximos 5 o 6 meses”, denunció Federación Agraria, que llegó al insólito de pedirle a su archirrival, el secretario de Comercio Guillermo Moreno, que prohiba ese flujo comercial. Los frigoríficos que compran carne brasileña, en especial Paladini, se defendieron diciendo que la oferta local no es suficiente.
Fuente: Clarín
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